jueves, 10 de septiembre de 2009

Peyótl


El peyote (del náhuatl peyotl, en la nomenclatura científica Lophophora williamsii) es un pequeño cactus sin espinas perteciente a la familia de las cactáceas. Contiene numerosos alcaloides, entre ellos la mescalina (3,4,5- trimethoxy-B-phenethylamina), que es un poderoso alucinógeno. También contiene hordenina (N, N-Dimethyl-hydroxyphenylethylamina), n-methylmescalina, n-acetylmescalina, lophophorina, thyramina, anhalaninina, anhalonidina, peyotina y o-methyllanhalonidina.

Todas las especies del género de Lophophora son de crecimiento extremadamente lento, a menudo tardan más de 30 años en alcanzar la edad de floración (el tamaño de una pelota de golf, sin incluir la raíz). Los especímenes cultivados crecen a mayor velocidad, normalmente tardan entre 6 y 10 años en alcanzar la madurez a partir de plántulas de semillero. Debido a este lento crecimiento y a la sobre recolección a que está sujeto, se le considera en peligro de extinción.

La parte superior del cactus que sobresale del suelo, también llamada corona, consiste en botones en forma de disco que son cortados de la raíz y secados. Estos botones generalmente se mastican o se hierven en agua para elaborar un psicotrópico. La dosis efectiva de la mescalina es alrededor del 0,3 al 0,5 g (equivalente a 5 g de peyote seco) y la experiencia dura alrededor de 12 horas.

Sinicuichi


El sinicuichi es un arbusto herbáceo perenne que crece hasta unos 2,50 metros aproximadamente, posee numerosas hojas verdes y oscuras, así como también varias flores amarillas. Crece desde México a Argentina. 
Esta planta fue utilizada como una herramienta de adivinación por los curanderos y shamanes mexicanos. Tradicionalmente invoca un estado de relajación mental, aumento de la memoria y distorsiones auditivas. Los sonidos parecen venir desde una gran distancia. Los nativos sostienen el sinicuichi es sagrado, dotado de poderes sobrenaturales y que les ayuda a revivir eventos vividos hace muchos años, incluso permite recordar eventos prenatales. (Shultes, R.E.) 
Las hojas de Sinicuichi se usan para preparar un té tomado para una amplia variedad de problemas, produce una relajación eufórica y efectos de adormecimiento agradables. El género está investigándose actualmente para sus propiedades antiinflamatorias.

Teonanácatl


La Psilocybe mexicana es el nombre científico de una especie de hongo psilocibio estudiado por Albert Hoffman, quien aisló sus principales componentes activos, la psilocibina y la psilocina en 1958.

Esta clase de hongos es conocida por su uso como sustancia psicotrópica, siendo usados tradicionalmente de manera ritual en América central desde hace al menos 2.000 años. Era conocida dentro de la cultura azteca bajo el nombre de "teonanácatl"— palabra formada a partir del náhuatl teó(ti) ("dios") y nanácatl ("seta" u "hongo")— lo que sería traducible como "Seta de Dios", si bien en algunas ocasiones se interpreta como "Carne de los Dioses".

Los principios activos de mayor importancia (psilocibina y psilocina) representan en torno al 0,003% del hongo en su estado natural y sobre un 0,3% del mismo una vez secado.

Ololihuqui


El xtabentún, coaxihuitl, bado, ololiuqui (Rivea corymbosa, sin. Turbina corymbosa) es una enredadera grande y leñosa de la familia de las convolvuláceas.

Por el atractivo de sus grandes hojas cordiformes y sus flores blancas, en forma de campana, se cultiva como ornamental; en Cuba se aprovecha también la riqueza de su néctar para elaborar una miel clara y aromática.

Es de climas cálidos templados, por tanto es sensible a las heladas. En idioma maya yucateco, xtabentún significa "enredadera que crece en la piedra". La leyenda de Xtabay trata de esta flor.

Las semillas, redondas y de color café, contienen amida de ácido lisérgico, hidroxietilamida de ácido lisérgico y ergonovina. Fueron y son utilizadas por chinatecos, mixtecas, mazatecos y zapotecos en Oaxaca para ritos de adivinación, encontrar objetos y personas perdidas y diagnosticar enfermedades. Antiguamente se utilizaban también estas semillas en las ceremonias previas a los sacrificios humanos, ya que la ingestión de las semillas provoca una sensación de euforia, despersonalización y posteriormente sueño.

Albert Hofmann aisló y describió los componentes psicotrópicos de la misma en agosto de 1960 y la encontró muy parecida al LSD.